¡Me gustaba tu pobreza, me llamaba! Tal vez soñaba tu tesoro ser. Yo no era remedio para nada y en mí tal vez, la pobreza sobraba! Mi tesoro eras, reservado para siempre! No importaba si mi vida explotaba o .. me aplastaba hasta mi mínima expresión sin ninguna explicación o compasión. Hoy encontré mil pesos detrás de la lavadora! Y me acorde de tu pobreza, y de mi pobreza. Pobreza que adoraba que vivimos cómplices y detrás de ella, toda esa ternura, toda esa fragilidad, todo ese cariño todo ese amor sensual! Toda tú eras mi pobreza más querida la que era mi tesoro entre sueños conservar Tenía la seguridad de Dios para esperar por otros tiempos para liberar y toda esa nuestra pobreza, a medias terminar. QDNB.
Escrituras...De la vida, del Amor y de la Muerte. Para todos, de todos.