Amo las palabras...
Que dulces son las palabras!
Podemos vivir por ellas, con ellas
a través de ellas, sobre ellas!
Poderosas nos reflejan en el mundo
transmutación de dentro afuera
llevan lo insondable del intro a las estrellas
nos desdoblan, nos transmutan, nos exponencializan!
Palabras, las que no se dicen y muy gratas son
a veces de ensueño, de puro deseo, de amor
de consagración, sacrificio o disposición.
Cuanto bien hacen dentro del propio corazón!
Si son de amor, llegan surcando espacios
atraviesan nuestro tiempo y se graban todas
en el mismo corazón, tanto como tatoo y
como luz iluminan, incendian, irradian
expanden, gozan en la creación del Ser Feliz.
Si son palabras, que escapan del silencio sabio
que no debieron pronunciarse al mundo
por impuras, inmundas, soberbias, egoístas
falsas, innobles, faltas de amor, que transgreden
son pérfidas, siembran la cizaña, matan la esperanza
hacen innoble la fe, sofocan, queman, funden
sellan falsos mensajes, llevan la cimiente destructora
que malas son y cuanto contrarían nuestro propio ser!
El propio Dios con su palabra verbo todo lo creo
también instituyo, guió, nos sirvió y seguro
muy dentro nuestro junto al amor, la verdad
la fe y la bondad puso de cimiente la palabra
como fuente para dar, imagen y semejanza
suyo su poder y nuestra la palabra, como el recuerdo
que replica su amor, que dignifica nuestro ser y toda creación.
Palabra de Hombre, solía decirse, signo de verdad
de solido Ser, de potestad andante, de dignidad viva
y con la vida o con la muerte se entregaba su valor
no existía motivo superior que el recordar, pues
Su Palabra somos, y con ella construimos y también
preservamos, replicamos, la verdad, la belleza y el amor.
Sin palabras Dios nos habla y todo lo entendemos
sin ellas también sentimos el amor frente a la amada
pero que fortuna es, que ventura en ruego o alabanza
en declaración, en aceptación, o en plena unión.
Cuan afortunados hombres y mujeres de antaño
cuando escaso fruto podrido o caído la engañaba.
Que noble bien, es la palabra!
Hombres y Mujeres, nunca privados de su voz
Libres! en la verdad, luchando contra reinos testaferros
que suplantan la palabra, que la cambian en valor
que nos despojan de un superior bien, de una dignidad
que nos podría preservar, por sobre toda la mentira!
Por eso, es también la palabra la esperanza y su mensaje
como sangre que alimenta la creación sublime de Dios.
QDNB.
Que dulces son las palabras!
Podemos vivir por ellas, con ellas
a través de ellas, sobre ellas!
Poderosas nos reflejan en el mundo
transmutación de dentro afuera
llevan lo insondable del intro a las estrellas
nos desdoblan, nos transmutan, nos exponencializan!
Palabras, las que no se dicen y muy gratas son
a veces de ensueño, de puro deseo, de amor
de consagración, sacrificio o disposición.
Cuanto bien hacen dentro del propio corazón!
Si son de amor, llegan surcando espacios
atraviesan nuestro tiempo y se graban todas
en el mismo corazón, tanto como tatoo y
como luz iluminan, incendian, irradian
expanden, gozan en la creación del Ser Feliz.
Si son palabras, que escapan del silencio sabio
que no debieron pronunciarse al mundo
por impuras, inmundas, soberbias, egoístas
falsas, innobles, faltas de amor, que transgreden
son pérfidas, siembran la cizaña, matan la esperanza
hacen innoble la fe, sofocan, queman, funden
sellan falsos mensajes, llevan la cimiente destructora
que malas son y cuanto contrarían nuestro propio ser!
El propio Dios con su palabra verbo todo lo creo
también instituyo, guió, nos sirvió y seguro
muy dentro nuestro junto al amor, la verdad
la fe y la bondad puso de cimiente la palabra
como fuente para dar, imagen y semejanza
suyo su poder y nuestra la palabra, como el recuerdo
que replica su amor, que dignifica nuestro ser y toda creación.
Palabra de Hombre, solía decirse, signo de verdad
de solido Ser, de potestad andante, de dignidad viva
y con la vida o con la muerte se entregaba su valor
no existía motivo superior que el recordar, pues
Su Palabra somos, y con ella construimos y también
preservamos, replicamos, la verdad, la belleza y el amor.
Sin palabras Dios nos habla y todo lo entendemos
sin ellas también sentimos el amor frente a la amada
pero que fortuna es, que ventura en ruego o alabanza
en declaración, en aceptación, o en plena unión.
Cuan afortunados hombres y mujeres de antaño
cuando escaso fruto podrido o caído la engañaba.
Que noble bien, es la palabra!
Hombres y Mujeres, nunca privados de su voz
Libres! en la verdad, luchando contra reinos testaferros
que suplantan la palabra, que la cambian en valor
que nos despojan de un superior bien, de una dignidad
que nos podría preservar, por sobre toda la mentira!
Por eso, es también la palabra la esperanza y su mensaje
como sangre que alimenta la creación sublime de Dios.
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