El Mendigo y la Princesa
Usted es un tesoro ambulante
carga los dones de Dios que le sirven
sobre todos derrama su gracia, y
con dulce servicio conquista en el reino
todo lo de Dios, para Dios!
En el mundo somos mendigos
si perdemos el Oro de Espíritu Santo
más con bendición recibimos la gracia princesa
desde hermano o hermana que nos da la mano
Sin gran dote de reinos terrenos, ni orgullos
esperamos poder conquistarla y guardarla
pues su belleza y amor nos recuerda el idilio
todo el sabor de ensueño, del postrado
enamorado y sediento, frente a Dios
Y cuando no alcanza el rescate
por espíritu, ni gracia, fe, amor o esperanza
pobres mendigos, huesos secos
esperamos a puerta del cementerio
aquella princesa que una vez soñamos
Zenblow
QDNB.
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