Me gusta siempre visitarte
y que me muestres tu jardín hindú
Afortunada creación que te hace feliz
y que compartes con tanto amor
por eso, yo también quiero mi jardín.
Cuando por recodos, orillas y vertientes
vamos juntos contemplando la belleza
compartiendo palabras, recuerdos y señas
es cierto amiga, no podemos nunca detenernos
sin antes visitar siempre, tu jardín hindú.
Sobre toda la amplia tierra y cielo
ambos tan llenos de maravillas y tesoros
tú recibes como yo la gracia, de poder
concebir y disfrutar placeres vivos,
flores, frutos, aromas, gustos y sabores
que bien conservados son más grandes
que todos los quilates de diamantes y
quintales de oro, solo metal y vidrio
con valor de pura idea a todos sometida.
A veces quiero preguntarte, pero callo
que cuentos más quieres que te diga
si había una vez, y ya no fue, para ellos!
porque fueron expulsados del jardín
cuando todo lo tenían y solo Dios les falto
y yo no quiero a veces, nunca dejar de visitar
a tu jardín hindú.
Como humanos, Amiga, la Palabra nos creó
y un Soplo bendito nos ligó al amor eterno
y de la propia carne y hueso, hombre y mujer
son para siempre! Por eso amiga te confieso
en tu jardín hindú reconozco la bendición
la impronta mental de un primigenio impulso
aroma narcótico de nicho o selva recién creado
y seguido, el acto como del recién nacido
que busca los pechos-mama para prolongar
toda su existencia por puro amor.
Cuantos caminos he recorrido Amiga,
bordeando encantado tu belleza y tu instinto
tu sabiduría y tu incredulidad, y sólo con la brújula
de gravedad céntrica a tu paraje oculto
enganchado por lazos invisibles, porque el descubrirlo
siempre es una aventura, un viaje sideral de mis neuronas
cuando mi corazón ensangrentado está pulsando fuerte
consciente del nicho esperado del amor.
QDNB.
y que me muestres tu jardín hindú
Afortunada creación que te hace feliz
y que compartes con tanto amor
por eso, yo también quiero mi jardín.
Cuando por recodos, orillas y vertientes
vamos juntos contemplando la belleza
compartiendo palabras, recuerdos y señas
es cierto amiga, no podemos nunca detenernos
sin antes visitar siempre, tu jardín hindú.
Sobre toda la amplia tierra y cielo
ambos tan llenos de maravillas y tesoros
tú recibes como yo la gracia, de poder
concebir y disfrutar placeres vivos,
flores, frutos, aromas, gustos y sabores
que bien conservados son más grandes
que todos los quilates de diamantes y
quintales de oro, solo metal y vidrio
con valor de pura idea a todos sometida.
A veces quiero preguntarte, pero callo
que cuentos más quieres que te diga
si había una vez, y ya no fue, para ellos!
porque fueron expulsados del jardín
cuando todo lo tenían y solo Dios les falto
y yo no quiero a veces, nunca dejar de visitar
a tu jardín hindú.
Como humanos, Amiga, la Palabra nos creó
y un Soplo bendito nos ligó al amor eterno
y de la propia carne y hueso, hombre y mujer
son para siempre! Por eso amiga te confieso
en tu jardín hindú reconozco la bendición
la impronta mental de un primigenio impulso
aroma narcótico de nicho o selva recién creado
y seguido, el acto como del recién nacido
que busca los pechos-mama para prolongar
toda su existencia por puro amor.
Cuantos caminos he recorrido Amiga,
bordeando encantado tu belleza y tu instinto
tu sabiduría y tu incredulidad, y sólo con la brújula
de gravedad céntrica a tu paraje oculto
enganchado por lazos invisibles, porque el descubrirlo
siempre es una aventura, un viaje sideral de mis neuronas
cuando mi corazón ensangrentado está pulsando fuerte
consciente del nicho esperado del amor.
QDNB.
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